Fracking Vs Energía Eólica
Versión actualizada agosto 2014
Por
Mg. Ing. Eduardo D’Elía[1]
La
energía es sin lugar a dudas el principal recurso con que cuentan todos los
seres vivos. Los procesos termodinámicos no existirían sin ella y por
consiguiente ninguna forma de vida sin los procesos termodinámicos.
Las
civilizaciones a lo largo de la historia, nacieron, se desarrollaron y
desaparecieron a la par de la disponibilidad de energéticos, siendo el sol la
principal fuente, pero también sus derivados energéticos como los alimento, las
bestias, los esclavos, la madera, el carbón, el petróleo, el gas, el alimento,
entre otros.
Para
un país, la disponibilidad de energético garantizará su desarrollo o
desaparición. Todo estado necesita excedentes energéticos para crecer[2],
la ausencia o escasez de estos excedentes no solo le impedirá crecer, sino que
tendrá comprometida hasta su propia soberanía.
Vivimos
en un planeta cuya principal fuente de energía primaria, después del sol, son
los hidrocarburos. Un 55 % de esa matriz energética depende de la extracción de
estos combustibles de la tierra. Sin embargo estos han llegado a un techo en su
producción[3]
(extracción seria el término
apropiado) y hoy la demanda supera la oferta, generando una pequeña brecha que
al pasar los años será aun mayor y las consecuencias impredecibles.
Nuestro
país, Argentina, no es ajeno a esta realidad, agravada por el hecho que nuestra
matriz energética primaria tiene una dependencia de un 90 % en los
hidrocarburos. Hidrocarburos que no tenemos y nos vemos en la necesidad de importar
para cubrir la constante y creciente demanda.
Durante
las ultimas décadas se han tomado decisiones equivocadas en cuestiones
energéticas que nos han llevado a esta situación, y hoy vemos a la extracción
de gas y petróleo de lutitas bituminosas
(shale gas y shale oil) como la solución a nuestros problemas.
La
extracción del gas de esquistos requiere de una técnica no convencional que consiste en fracturar la roca (Fracking) para
permitir la comunicación, através de las fisuras, del gas y/o el petróleo
alojado en una roca muy compacta.
Este
tipo de operación extractiva ha generado en distintas regiones del mundo, impactos
ambientales realmente serios. Esto ha provocado manifestaciones ciudadanas en
su contra y hasta se ha legislado en la prohibición de estas prácticas en dos países
y en al menos 11 estados las detuvieran. En nuestro país, se vienen sumando
permanentemente municipios que se declaran Libres de Fracking, ya se cuenta con
32, y los objetivos de quienes reclaman son poder llegar a las provincias y en
definitiva el país.
¿Pero
que sucede energéticamente con esta nueva fuente de recursos que se espera cubrirá
nuestras demandas?
El
geocientífico e industrial del gas J. Dave Hughes, explica
que puede haber 100 años de gas de esquistos en las apretadas lutitas, pero
probablemente tomará 800 años para extraerlo. Hay que hacer una gran cantidad
de perforaciones en la tierra a costos muy altos para obtener el gas. La
declinación de la extracción es muy rápida, lo cual es otra manera de decir que
los pozos de shale, se agotan rápidamente.
Por
otro lado el gas será caro y no es rentable producirlo a precios corrientes.
Intentaremos demostrar que no solo ambientalmente es insostenible, sino que
energéticamente no compite con otras energías mucho mas limpias como la eólica.
Pozo de
Fracking Vaca Muerta y Parque Eólico Chubut
Basándonos
en información oficial, pudimos saber que YPF triplicó su presencia en el la
formación Vaca Muerta con 22 equipos de perforación, más de 198 pozos en producción y casi 24.000 barriles de petróleo equivalente
diarios (Bep/d).[4]
El
barril equivalente de petróleo (BEP)
es una unidad de energía equivalente a la energía liberada durante la quema de
un barril aproximadamente (42 galones estadounidenses o 158,9873 litros) de petróleo
crudo. Cuando se habla de esta equivalencia se incluye tanto al petróleo como
al gas a iguales valores energéticos.
24.000
barriles de petróleo producidos por 180 pozos no convencionales implican una
producción diaria de menos de 21 metros
cúbicos equivalentes por día por pozo.
Como
dato adicional y siendo parte de las externalidades no tenidas en cuenta en
esta evaluación económica, se puede decir que cada pozo de shale necesita agua
dulce al equivalente al consumo anual de una ciudad de 10.000 habitantes y
tiene una vida media de 6 años.[5]
(72 meses)
En
el grafico puede apreciarse una curva característica de declinación de un pozo
de gas de esquisto de alta productividad. Puede apreciarse que al cabo de 2
años ya se extrajo el 81 % del gas.
Grafico 1[6]
Supongamos
que los 180 pozos de Vaca Muerta son de buena productividad. Hay que tener en
cuenta que la curva de declinación del grafico corresponde a gas de esquisto y
no a petróleo, donde en el primero la recuperación es sensiblemente mayor que
en el segundo.
Estimemos
un promedio de 6 años (72 meses) de vida útil, podemos esperar que durante ese
periodo se extraigan aproximadamente:
Extracción
inicial [m3] x 1.180 días
Donde el valor de 1.180 días, es obtenido de la integración de
curva analizada a la cual se le estiman al menos 4 fracturas exitosas al año
durante los 6 esperados de vida útil.
21
m3 x 1.180 = 24.780 m3
de petróleo equivalente en 6 años
Ahora
supongamos que tenemos un motogenerador de alta eficiencia (30 %) alimentado con petróleo, este consumiría 1 m3 para producir 2.900 kWh[7]
Por
lo que si utilizáramos toda la producción de petróleo en producir energía eléctrica,
los 24.780 m3 de petróleo se convertirían en 71.862 MWh de energía eléctrica
Sabiendo
que un pozo no convencional tiene un costo total[8]
de unos U$ 20 millones, podríamos
estimar el equivalente en generadores eólicos.
Un
aerogenerador de 2 MW de potencia ronda los U$ 3,5 millones[9].
Por lo tanto con el costo de uno de esos pozos instalaríamos unos 6 aerogeneradores de 2 MW.
Con
un factor de capacidad[10]
del orden de 40 %, como existe en la Patagonia Sur [11] , los 6 aerogeneradores podrían
darnos en un año 42.000 MWh, pero como lo equiparamos a los 6 años de vida útil
del pozo tendremos 252.288 MWh o 252 GWh
Sin
tener en cuenta los costos ambientales, legales, operativos, mantenimiento, impositivos
y energéticos de un pozo de fracking, que son muy superiores a los de un parque
eólico, la entrega de energía de uno con respecto al otro a la misma inversión,
es clara:
Parque eólico 252.288 MWh – Pozo de Fracking 71.862 MWh
Una
relación casi 4 veces superior.
Parque eólico 1.261.440 MWh – Pozo de Fracking 71.862 MWh
Es
indudable que otras energías limpias pueden satisfacer nuestras necesidades energéticas
con menos costo, pero principalmente con muchísimos menos impactos ambientales y
sin necesidad de recurrir al consumo irreversible de nuestro patrimonio natural.
Tengamos
presente lo que parece obvio y ocurre a nuestro alrededor. El sol provoca la
circulación del viento (energía eólica), produce las olas en el mar (energía
undimotriz), garantiza el ciclo del agua para que existan los ríos (energía
hidráulica), aun guarda calor dentro de la corteza terrestre (energía
geotérmica), nos aporta luz (energía fotovoltaica) y calor (energía térmica).
Sin
embargo seguimos agachando la cabeza para buscar en el suelo, exprimiendo las
rocas para extraer la última gota de energía, siendo que la mas grande fuente
de energía que nunca acabará la encontraremos con solo alzar la cabeza y
comenzar a mirar al cielo.
[1] Analista
en Petróleo y Gas- Ingeniero en Petróleo – Master Ambiental – Master en Energías
Renovables
[2] Howard
Thomas Odum , conocido por sus trabajos pioneros en el campo de los ecosistemas
ecológicos y por sus provocadoras propuestas de leyes termodinámicas
adicionales basadas en su trabajo sobre la teoría general de sistemas.
[7] Equivalencia:
Un barril de petróleo equivale a 6,1178632 × 109Joulios
o 1.700 Kilovatios-hora (KWh)
[11] “Mitos y realidades de la energía eólica en la Argentina”. INVAP,
[12] Gamesa www.gamesacorp.com/recursos/memoria2011/servicios.html
[12] Gamesa www.gamesacorp.com/recursos/memoria2011/servicios.html