sábado, 18 de junio de 2011

Atucha II: Admiten que hay que rediseñarla por cuestiones de seguridad


Durante cuatro años se desoyeron informes que pedían amoldar la central nuclear a las normas “post Chernobyl”. Se inaugura en septiembre pero luego habrá que detenerla por dos años. Un gasto evitable.

La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) acaba de tomar una decisión que durante más de cuatro años dijo que era innecesaria: aprobó una modificación en el diseño original de la central Atucha II para permitir una parada rápida del reactor en caso de un accidente severo, y adaptarlo de este modo a las normas de seguridad post Chernobyl.
Aunque el Gobierno había desestimado las advertencias sobre la necesidad de esta modificación y siempre priorizó la finalización de la obra, el desastre de Fukushima en Japón y las presiones del Organismo Internacional de Energía Atómica en el nuevo escenario mundial parecen haber alterado la noción oficial acerca de la ley de las probabilidades.

La Resolución Nº 169 de la Presidencia de la CNEA, emitida el 1º de junio último, aprobó el desarrollo y fabricación de un “sistema de inyección de boro ante roturas de tipo 2 A”; es decir, un mecanismo de respuesta ante un accidente severo. Con esta modificación, se lograría una detención rápida del núcleo del reactor en caso de ser necesario, aspecto no contemplado en el diseño original que realizó el gigante alemán Siemmens en la década de 1970. Desde el organismo aseguraron, sin embargo, que este cambio no postergará la inauguración de la central, proyectada para septiembre próximo.
La presidenta de CNEA, Norma Boero, le aseguró ayer a este diario que los detalles técnicos acerca del funcionamiento de Atucha II “tienen que ser consultados con José Luis Antúnez”. Antúnez es el hombre fuerte de Nucleoeléctrica Argentina SA (NA-SA), la empresa estatal encargada de la construcción y puesta en funcionamiento de la central. “Nosotros sólo damos apoyo técnico en cuestiones puntuales”, agregó Boero, la máxima autoridad nuclear del país.
Según señalaron técnicos del ámbito atómico nacional a PERFIL, un rediseño de este tipo implicaría una costosa parada de al menos dos años. “Creo que Atucha II se va a inaugurar de todos modos en septiembre y después se harán las reparaciones necesarias; cuánto tiempo demorará el reacondicionamiento es algo que no puedo decir porque no lo sé”, dijo la titular de la CNEA, quien insistió que quien debería tener esa información es Antúnez. Este diario intentó comunicarse con él, pero no respondió los llamados.

Bautismo. Si se inaugurara tal como está, Atucha II comenzaría a operar sin ajustarse a la normativa internacional, y saldría de servicio una vez que se hubiera diseñado el sistema de inyección de boro que luego sería incorporado a la central (ver gráfico), en una obra que podría tomar dos años, según fuentes del área. Esto implicaría un costo operativo y económico que podría haberse evitado.

La necesidad de estos cambios en la base de diseño había sido advertida en 2007 por informes técnicos encargados por la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) y la propia CNEA, y publicados entonces por PERFIL en sucesivas ediciones. “Es sumamente importante, si se quiere disminuir el impacto del cambio de la Base de Diseño, realizarlo lo antes posible, de forma de minimizar los efectos negativos del proyecto. Cuanto más se retrase el cambio de la base de diseño, y el estudio de alternativas, mayores serán las consecuencias sobre costos y retrasos posteriores en el proyecto”, señalaban esos documentos confidenciales.

Pero la decisión del Gobierno ante esos informes fue seguir adelante con la construcción de lo que, estimaron, sería su obra estrella: nada debía alterar los plazos de finalización de la tercera central atómica argentina, y la idea del ministro de Planificación, Julio De Vido, es que Cristina Kirchner pueda inaugurarla en el tramo final de su campaña por la reelección.
Sin embargo, el desastre nuclear generado por el tsunami en Fukushima cambió el panorama mundial (ver recuadro), dejó en claro que ninguna posibilidad de accidente debe ser desestimada y obligó a la CNEA y a NA-SA a pensar seriamente en la necesidad de los cambios.

Ecos de Fukushima
Luego del terremoto-tsunami que derritió el núcleo de tres reactores de la central atómica japonesa de Fukushima, el movimiento llegó a Europa. La canciller de Alemania, Angela Merkel, decidió la desconexión para 2022 de todas las centrales nucleares teutonas. Ocho meses antes, había ampliado la vida útil de muchas de ellas. Y siete de las centrales más antiguas, hoy cerradas para reacondicionamiento, ya no serán abiertas, como la Biblis 2, que es similar en diseño y funcionamiento a Atucha I y II.
El eco de esta decisión política también llegó a Italia: Silvio Berlusconi había detenido la construcción de ocho reactores y el fin de semana pasado un referéndum popular sepultó cualquier reactivación nuclear. En Francia, ayer renunció la directora de Areva, multinacional atómica con sede parisina.

Por Alfredo Ves Losada/ Martin De Ambrosio

jueves, 16 de junio de 2011

Las cenizas del volcan contienen el cancerígeno TiO2


Desafortunado comunicado de CNEA por las cenizas del volcán Puyehue

FUNAM y Conciencia Solidaria informaron que en base a un comunicado de prensa inexacto distribuido por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), numerosos medios de Argentina y otros países difundieron públicamente que las cenizas del volcán Puyehue no dañaban la salud, lo cual es incorrecto.

FUNAM y Conciencia Solidaria aclararon que conforme a datos de la propia CNEA las cenizas del volcán Puyehue contienen dióxido de titanio (TiO2), una sustancia considerada posible cancerígeno humano por la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC).

Este dato resulta de análisis preliminares realizados en muestras de cenizas por el Centro Atómico Bariloche, que detectó óxido de sodio, óxido de magnesio, trióxido de aluminio, trióxido de azufre, óxido de cloro, óxido de potasio, óxido de calcio, dióxido de titanio y trióxido de hierro.

El Dr. Raúl Montenegro, profesor titular de la Universidad Nacional de Córdoba, recordó que las cenizas volcánicas "pueden tener efectos negativos sobre la salud" y que el impacto se debe "no solamente a sustancias de riesgo –como sílice cristalino y dióxido de titanio- sino también al tamaño de las partículas y a la cantidad que ingresa al sistema respiratorio y digestivo de las personas expuestas".

FUNAM y Conciencia Solidaria consideraron que "reducir la inhalación de cenizas hasta donde resulta posible es una buena medida sanitaria. Pero el irresponsable comunicado de prensa distribuido por CNEA hizo creer, sin base técnica, que las cenizas del Puyehue eran inofensivas para la salud. ¿Quién se hará cargo de las enfermedades que producirá esta declaración irresponsable? No se trata de crear el pánico, pero tampoco de brindar información equivocada".

El dióxido de titanio se ubica en el grupo 2B del IARC, grupo donde también están incluidas otras sustancias de riesgo como los PCBs y la radiación electromagnética producida por los teléfonos celulares.

Este dato resulta de análisis preliminares realizados por el Centro Atómico Bariloche, que detectó óxido de sodio, óxido de magnesio, trióxido de aluminio, trióxido de azufre, óxido de cloro, óxido de potasio, óxido de calcio, dióxido de titanio y trióxido de hierro en muestras de las cenizas del volcán Puyehue [2]. El análisis había sido solicitado a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) por el Ministerio de Planificación Federal que está a cargo de Julio de Vido.

Insólitamente, un comunicado de prensa difundido por CNEA para hacer públicos esos resultados descartó que las cenizas del volcán pudieran representar un daño para la salud "pues no contenían arsénico ni azufre". Esto último tampoco es cierto, por cuanto las partículas analizadas por el Centro Atómico Bariloche también contenían trióxido de azufre aunque en pequeñas cantidades [2].

En base a ese comunicado de prensa erróneo distribuido por CNEA, numerosos medios de Argentina y otros países difundieron públicamente que las cenizas volcánicas no dañaban la salud, lo cual es inexacto y desalienta las precauciones que estaban tomando personas expuestas.

Lo curioso de este blooper gubernamental es que el informe original realizado por el Grupo de Caracterización de Materiales y el Laboratorio de Análisis por Actividad Neutrónica, ambos de CNEA, se limitó a mencionar las sustancias halladas en las cenizas sin analizar sus posibles riesgos para la salud.

Los investigadores responsables de los análisis, Liliana Mogni, Carlos Cotaro y Romina Daga, trabajaron sobre muestras tomadas el 4 de junio "en las afueras del Centro Atómico Bariloche".

El Dr. Raúl Montenegro, profesor titular de la Universidad Nacional de Córdoba, recordó que las cenizas volcánicas "pueden tener efectos negativos sobre la salud" y que el impacto se debe "no solamente a sustancias de riesgo –como sílice cristalino y dióxido de titanio- sino también al tamaño de las partículas y a la cantidad que ingresa al sistema respiratorio y digestivo de las personas expuestas".

Afortunadamente, en las primeras muestras analizadas en Bariloche no se detectaron cuarzo, cristobalita y tridimita, tres formas cristalinas de sílice asociadas a enfermedades del sistema respiratorio.

FUNAM y Conciencia Solidaria consideraron que los estudios sobre las cenizas "deben ser más amplios y serios, y sobre muestras tomadas en distintos lugares de Argentina. Las partículas que más lejos llegan pueden ser además las menos pesadas y más fáciles de ser inhaladas. No basta con recoger cenizas en las afueras del Centro Atómico Bariloche".

Montenegro indicó que una reciente revisión publicada por los investigadores Claire Horwell y Peter Baxter (2006) "sostiene que las cenizas volcánicas finas y respirables pueden provocar efectos negativos crónicos y agudos en la población expuesta, sobre todo en personas con problemas respiratorios previos" [3].

Sostuvo que las cenizas "conforman cócteles variables de partículas y sustancias químicas" y que los efectos sobre poblaciones expuestas "dependerá de las dosis recibidas pero también del tiempo de exposición y del tamaño de las personas. Los más afectados son bebés y niños pequeños, porque consumen proporcionalmente más aire por unidad de peso que los adultos, y las personas con problemas respiratorios previos".

FUNAM y Conciencia Solidaria recordaron que "no existe solamente la inhalación e ingestión de partículas en forma directa desde las nubes que emite el volcán, sino también por remoción del material acumulado en suelo, objetos y vestimentas. Debemos asumir que incluso al cesar la actividad volcánica los restos de las cenizas seguirán siendo inhalados por mucho tiempo".

Ambas instituciones consideraron que "reducir la inhalación de cenizas hasta donde resulta posible es una buena medida sanitaria. Pero el irresponsable comunicado de prensa distribuido por CNEA hizo creer, sin base técnica, que las cenizas del Puyehue eran inofensivas para la salud. ¿Quién se hará cargo de las enfermedades que podría producir esta declaración irresponsable? No se trata de crear el pánico, pero tampoco de brindar información equivocada".

Cristina Martin, presidenta de Conciencia Solidaria, consideró que CNEA "sigue de este modo una larga tradición de desinformación pública. Esta vez difundió erróneamente que las cenizas volcánicas del Puyehue son inofensivas para la salud. Antes consideró inofensiva la contaminación por uranio, cuando es un posible cancerígeno humano de acuerdo a la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer. Un país en serio no se construye con declaraciones improvisadas e irresponsables, sino con información veraz y oportuna".

Referencias:

[1] En base a polvo de dióxido de titanio.

[2] Mogni, L.; C. Cotaro & R. Daga. 2011. "Análisis preliminar (de) cenizas volcánicas (del) sistema Puyehue-Cordón Caulle". Centro Atómico Bariloche, Bariloche, 4 de junio de 2011, 3 p. El valor hallado de dióxido de titanio en partícula 1 fue 0,57 % y en partícula 2 0,52 % (en peso).

[3] Horwell, C.J. & P.J. Barker. 2006. "The respiratory health hazards of volcanic ash: a review for volcanic risk mitigation". Bull. Volcanol., Vol. 69, pp. 1-24.

Links con el Comunicado de Prensa de CNEA y el Informe del Centro Atómico Bariloche de CNEA:

Link del Comunicado de Prensa de CNEA:

http://www.cnea.gov.ar/noticia.php?id_noticia=402

Link del informe técnico de CNEA:

http://organismos.chubut.gov.ar/ambiente/files/2011/06/Informe-Cenizas-Puyehue1.CAB_.pdf

Link (a modo de ejemplo) de una noticia aparecida en Argentina que tomó como base el Comunicado de Prensa (erróneo) de CNEA:

http://www.elcomercioonline.com.ar/articulos/50042885-Un-estudio-cientifico-ratifico-que-las-cenizas-volcanicas-no-son-toxicas.html

Para mayor información contactar a:

Prof. Dr. Raúl A. Montenegro, Biólogo

FUNAM

Teléfono fijo: 03543-422236

Teléfono celular: 0351-155 125 637

E-mail: biologomontenegro@gmail.com

Cristina Martin

Conciencia Solidaria

Teléfono celular: 011 156 7281 457

E-mail: consejo@concienciasolidaria.org.ar

Encargada de prensa:

Nayla Azzinnari

Teléfono celular: 011-155 460 9860

E-mail: nay_azz@hotmail.com